Pensamiento

Mortales inmortales

El propósito de fijar un texto filológicamente consistente, en el caso de Heráclito, es, de hecho, inasequible, y el problema no se limita a intentar establecer cuáles de los fragmentos que nos han llegado son auténticos y cuáles no, sino que va más allá: ¿podemos llegar a una versión del texto de Heráclito que pueda independizarse de los autores que nos lo han transmitido o en el fondo solo se trata de un artificio moderno? No sabemos si los transmisores tenían realmente el texto delante, si la copia que poseían era completa o si por el contrario manejaban una edición también fragmentaria, y tampoco conocemos la estructura de su libro, cómo estaba organizado, si se expresaba también en esa especie de aforismos que han llegado hasta nuestros días o si tenía una continuidad; ni siquiera sabemos si era verdaderamente un libro (es decir, una obra unitaria). No sabemos, en definitiva, casi nada. Sin embargo, entre toda la maleza de comentaristas, doxógrafos y transmisores en general es posible a veces hallar, gracias a ciertas marcas formales …

Ciencia y misticismo

En una carta al filósofo Jean Wahl en 1942, Simone Weil comparte una intuición sobre la relación entre la ciencia y el pensamiento místico que la había perseguido durante años. Lo hace después de leer a San Juan de la Cruz por primera vez, aconsejada por su amigo Gustave Thibon, y convencida, gracias a la enésima lectura, de que la mística es fundamentalmente igual en todas las culturas y períodos históricos, desde Platón y los estoicos griegos hasta el Bhagavad Gita y los grandes místicos cristianos. Sobre el pensamiento místico dice: Creo que este pensamiento es la verdad, y que necesita ser expresado mediante la única cosa más o menos buena que tenemos como propia, a saber, la ciencia. Es más sencillo aún, pues se trata del origen mismo de la ciencia. Hay textos que indican con certeza que la geometría griega tiene su origen en el pensamiento religioso, y parece que se trata de un pensamiento cercano al cristianismo, casi hasta la identidad. Cuando Weil habla de ciencia se refiere específicamente a las matemáticas, …

TELÉMACO

El sueño de la orfandad engendra monstruos

«Pobre mente, que tomas tus argumentos de los sentidos y luego quieres derrotar a estos. Tu victoria es tu derrota». (Demócrito, B125) Suelen ser extraños todos los tiempos para los que los padecen, salvo, tal vez, durante periodos, perdidos entre las hecatombes históricas, agraciados con la placidez y el tedio de la paz y la abundancia. En la segunda mitad del siglo XX cupo un bienestar social, económico, tecnológico y cultural hasta un grado sin precedentes para cada vez mayores regiones y capas de la población. Para los contemporáneos bendecidos por el crecimiento occidental tras la postguerra mundial no resultaba fácil prever el declive patético que, sin embargo, se fue vislumbrando como inexorable a medida que las opulencias sociales iban reblandeciendo materialmente las instituciones que las hacían posibles. Una de esas instituciones condenadas al desagüe de la Historia o, en todo caso, a su debilitamiento y casi marginalidad entre las clases favorecidas por el desarrollo del Estado benefactor fue la familia y, con ella, la figura paterna. Sucedió también, de modo acaso más flagrante, con …

Artes excutiente deo

Artes excutiente deo

En el canto XVIII de la Ilíada se describe con sumo detalle el escudo que Hefesto ha forjado para Aquiles tras la muerte de Patroclo. La obra del dios, perfectamente acabada, deja sin aliento a quien la contempla: en ella vemos cómo se mueven con naturalidad los hombres, aunque estén hechos de metal, y cómo mugen los bueyes, cazan los leones y ladran y olfatean los perros, cómo resuenan los ríos y el pasto fresco alimenta a los rebaños, y cómo las casetas bien techadas y los establos dan cobijo por la noche, y vemos también muchos otros prodigios admirables que seducen y embriagan los sentidos.  Baste este breve pasaje como testimonio (XVIII, 573-576): En él [el escudo] hizo [Hefesto] un rebaño de bueyes de cuernos rectos,y los bueyes, hechos de oro y estaño,se precipitaban mugiendo desde el establo hacia la pastura,a orillas de un río estrepitoso junto a un tambaleante cañaveral. No se trata solo de que Homero pretenda subrayar el temperamento y la extraordinaria destreza técnica de Hefesto para complacer a sus oyentes, …

Perder la razón - Moon Madness

Perder la razón

Hay pocas enfermedades tan ambivalentes y simbólicamente productivas como la locura. Ciertos estados de turbación o inestabilidad se asocian a una capacidad excepcional, a una suerte de contacto con lo divino o lo visionario. Un caso: Gérard de Nerval, figura de culto para los simbolistas, los surrealistas y los poetas malditos, paseaba a su langosta con una correa por las calles de París. Sufrió desde los 33 años crisis nerviosas e internamientos recurrentes, hasta que se suicidó en 1855, dejando una obra donde la enfermedad mental se entrelaza con el misticismo, el sueño y la búsqueda de un sentido oculto. Fue uno de los primeros en proponer que lo que llamamos locura no es una pérdida de razón, sino una forma distinta —más lúcida y penetrante— de ver el mundo. Posteriormente, el siglo XX consolidó esta misma percepción mediante la figura del outsider brillante y autodestructivo: el artista maldito que vive en los márgenes y sufre por no poder integrarse. Tenemos ejemplos de genios depresivos e hipersensibles, como Virginia Woolf o Sylvia Plath; de visionarios …

La Segunda República según Josep Pla

La Segunda República según Josep Pla

Es costumbre dejar de lado la complejidad del Josep Pla escritor político porque distintas aproximaciones ⎯sean de izquierdas o nacionalistas⎯ coinciden en dar por hecho que fue un personaje venal, antirrepublicano visceral, espía de Franco y acomodaticio con su régimen, anticomunista anacrónico, traidor a Cataluña. Ochenta y nueve años después del inicio de la Guerra Civil, todavía hay quien enjuicia a Pla sin prestar la debida atención a lo que pasaba en Europa en los años treinta, tal vez por falta de entendimiento intelectual de aquella encrucijada trágica. Explica algunas anomalías más generalizadas que, casi noventa años después del inicio de la Guerra Civil, un escritor de su magnitud sea juzgado o bien por lo que no hizo o bien porque se le aplica el reduccionismo que viene siendo propio de un antifranquismo esquemático y apriorístico, algo también propio del antianticomunismo. ¿Es que el liberalismo conservador de Pla es razonablemente más condenable que la mística de la guerra del admirado Ernst Jünger? Por no intentar la comprensión de sus contradicciones y continuando con la demonización de …

El gran falsificador

El gran falsificador

En julio de 1930 Salvador Dalí publica, en el primer número de la revista Le surréalisme au Service de la Révolution, un artículo titulado «L’âne pourri» («El burro podrido»). La imagen del burro podrido, al que en el artículo solo alude de paso para pontificar que nada podrá convencerle de que el animal en descomposición, cubierto por miles de moscas y hormigas, no es más que «el reflejo cegador y duro de nuevas piedras preciosas», aparece por partida doble en Un chien andalou, la película que realizó a medias con Luis Buñuel, y hunde sus raíces en la pasión por lo putrefacto que ambos compartían con García Lorca y Pepín Bello como símbolo de las decadentes costumbres burguesas. Puede parecer que en este artículo la alusión al burro podrido es solo una insistencia gratuita en sus obsesiones ⎯como lo son tantas cosas en el universo daliniano, aunque se trata de una gratuidad que cobra sentido en la impertinencia como instrumento de confusión⎯ y que no tiene aquí ese valor simbólico, pero a continuación añade lo …

Tiempos familiares

Tiempos familiares

«No me extraña que digan que no vivo en contacto con estos tiempos. ¿Quién demonios quiere vivir en contacto con ellos?» Billy Wilder, entrevista en New York Magazine, 1976 Cuando el genial Billy Wilder dio la lapidaria opinión del epígrafe, pronto hará medio siglo, ya había empezado a producirse el lento y sostenido proceso de erosión de la civilidad que es el tema de este artículo. Entiendo por civilidad no solo el conjunto de formas de la urbanidad, sino también una red o tejido de códigos destinados a facilitar y regular los intercambios entre individuos en sociedad, su manera de «vivir en contacto» unos con otros. El ámbito común en el que se tejen (y destejen) esos códigos es lo que los griegos designaron con la palabra polis y Hannah Arendt analizó, en La condición humana, con el nombre de espacio o ámbito público. El tamaño o alcance de este espacio, su importancia en la vida de los individuos, no es algo fijo e inalterable. Especial aporte de Arendt a la comprensión del fenómeno del …

Debilidad encumbrada

Debilidad encumbrada

El Renacimiento representó para Nietzsche un momento excepcional en la vida europea. Fue una época que afirmó el cuerpo, el arte, el genio individual, en la que el ser humano se reconcilió con su vitalidad, su voluntad de poder y su capacidad de crear belleza y dar forma al mundo. Figuras como César Borgia —a quien menciona en El Anticristo (1895) como un modelo de superhombre opuesto a Jesús—, Maquiavelo o Leonardo da Vinci —que encarnan para él la máxima representación del buen gobernante y del artista creador— son ejemplos paradigmáticos de hombres que actúan desde su potencia vital y no desde la sumisión existencial que imponen la moral y el deber. Pero el impulso histórico del Renacimiento se trunca cuando Europa emprende —según Nietzsche— un camino de domesticación del alma occidental. La Reforma protestante radicaliza la moral cristiana y sustituye muchas de las formas afirmativas del catolicismo por otras más serviles y dóciles. También Nietzsche reprocha a Kant su idea de que el deber debe cumplirse por deber mismo y no por inclinación o …

Desidiosa occupatio

Desidiosa occupatio

Cuenta Séneca en Sobre la brevedad de la vida (XVII.7) que «uno de esos adictos al placer —si es que hay que llamar “placer” a desaprender la vida y la costumbre humana—, cuando lo sacaron del baño en brazos y lo colocaron en una silla, preguntó: “¿ya estoy sentado?”», y añade: «Este que ignora si está sentado, ¿tú crees que sabe si vive, si ve, si está libre de inquietudes?».  Ese delicatus —nosotros hemos traducido «adicto al placer»— se ha entregado hasta tal punto a los placeres que ha perdido la capacidad de interpretar el estado en el que se encuentra su propio cuerpo, y Séneca nos lo presenta para insistir en una idea que ya ha anunciado antes: que hombres tales no son verdaderamente otiosi —en la cita hemos traducido el término otiosus por «libre de inquietudes»—, sino más bien hombres ocupados, ajetreados por su necesidad de placer. Para Séneca el otium consiste en el cultivo de la sabiduría, y el otiosus es, ante todo, el hombre sabio que no pierde el tiempo en …