Métodos de trabajo
Josep Vergés, el editor que a mediados de los sesenta empezó a publicar las versiones definitivas de casi todo cuanto escribió Josep Pla a lo largo de su vida, dice en el prólogo de Caps-i-puntes (volumen 43 de la Obra completa, Destino) que Pla «era, sin quererlo reconocer, un perfeccionista y le gustaba retocar indefinidamente su obra». Tal afirmación puede sorprender a quienes todavía crean que Pla escribía como hablaba, de un tirón, ajeno a toda retórica y a toda elaboración estilística. Probablemente el malentendido proviene en gran parte de una lectura muy superficial de sus propias declaraciones en este sentido. Ahora bien, también dijo que el estilo natural era el que exigía mayores esfuerzos y, en Notes del capvesprol (Notas del crepúsculo en la traducción al castellano de Xavier Pericay), se definió como «un escritor muy lento» y «extremadamente meditado». Por supuesto, la naturalidad, en la literatura, es un artificio tan elaborado como cualquier otro. Tal vez el adjetivo «perfeccionista» no conviene del todo a algunos de sus pasajes. Pla, al igual que Stendhal …