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Navegar en las tinieblas: Mises, Hayek y el cálculo económico

Desde los albores de la modernidad, no son pocos los pensadores que han intentado trasladar a las ciencias sociales los métodos y las certezas propias de las ciencias naturales, convencidos de que no existía enigma social que no pudiera comprenderse, dominarse y sistematizarse mediante la razón pura. Esta confianza excesiva, similar al entusiasmo que hoy despierta la tecnología, ha causado estragos sobre todo en la economía, en la que muchos han querido ver una herramienta para rediseñar la civilización y construir una sociedad perfecta. Frente a este culto a la razón, se alzan posturas más humildes, como la de Friedrich A. Hayek, quien decía que la tarea fundamental de la economía es enseñarnos lo poco que sabemos sobre lo mucho que queremos controlar. Para el filósofo y economista austríaco, la economía no es un instrumento que permita diseñar la sociedad perfecta, ni mucho menos señalar los objetivos que los hombres deben perseguir; por el contrario, la economía supone siempre una cura de humildad o, como dijo otro gran economista, Ludwig Von Mises, un abierto desafío …

Observar lo que se ha perdido

Cuando leí Burning the days (1997, versión española: Quemar los días, Salamandra) hace unos años no sospechaba que sería la primera vez de muchas. Llegué a las memorias de Salter por casualidad, a través de William Finnegan. Barbarian days (2015) era mucho más que una búsqueda romántica e incesante de la ola perfecta. En apariencia, una declaración de amor al surf. Bajo la superficie, un elogio de la aventura y la escritura como dos partes inseparables. The Observer había reseñado el libro como una obra maestra que recordaba al primer James Salter, y fue así, por un deseo de leer más, como cayó en mis manos su libro de memorias: Burning the days. Fui víctima de una fascinación inmediata y absoluta. Su estilo, su sensibilidad, sus retratos tan vívidos y precisos. Quise leerlo todo de él: memorias, cuentos y novelas. La última noche, publicado en 2002 en la revista New Yorker, es un relato inolvidable. Sport and a pastime (1967) también se graba en la memoria con fuerza. Aún así, la ficción de Salter —a …

Los tres pilares del antisionismo

The effort to combat psychotic prejudice with reasonable counterarguments is not only an act of folly but a capitulation. David Mamet, The Wicked Son, 2006 Advertencia al lector: aquí se toma en serio el antisionismo. De entrada, esto quiere decir que no se tratará aquí de confirmar o desmentir la carga de antisemitismo que la ideología antisionista, de manera más o menos solapada, acarrea o instiga. Los antisionistas no ocultan que lo son, al contrario, lo pregonan, del mismo modo que los antisemitas se enorgullecían de serlo, antes de la Shoá y la censura moral que acompañó el descubrimiento de la sobrecogedora destrucción de los judíos europeos, según la consagrada fórmula de Raul Hilberg. Parece más útil ⎯y a quien esto escribe, más urgente⎯ tomar en serio el entramado conceptual en el que se apoya el antisionismo. Sobre todo cuando el mundo entero se ve hoy recorrido por una particularmente ponzoñosa andanada de odio a todo lo judío, a raíz de la enésima vez que Israel se ve obligado a tomar las armas en respuesta …

Lo que nadie podía prever

En La rebelión de las masas, Ortega no se limitó a señalar con precisión los rasgos mórbidos de la sociedad moderna que empezaba a desplegarse ante sus ojos, también vaticinó con acierto la descomposición a la que conduciría ese estado de cosas si nada lo remediaba. No obstante, erró estrepitosamente en uno de sus vaticinios. El que formula en este párrafo: Acertará quien no se fíe de cuanto hoy se pregona, se ostenta, se ensaya y se encomia. Todo eso va a irse con mayor celeridad que vino. Todo, desde la manía del deporte físico (la manía, no el deporte mismo) hasta la violencia en política; desde el “arte nuevo” hasta los baños de sol en las ridículas playas a la moda. Nada de eso tiene raíces, porque todo ello es pura invención, en el mal sentido de la palabra, que la hace equivaler a capricho liviano. Hoy podemos constatar que todos esos «caprichos livianos» a los que no augura una larga existencia han llegado a centenarios en un estado de salud admirable;  si desaparecieran …

El «Boom» latinoamericano o la novela hecha (de) poesía

Huelga decir que el «Boom» latinoamericano fue un fenómeno netamente narrativo. Y, de hecho, el canon de aquel acaecimiento literario, como es sabido, lo conforman novelas y libros de cuentos (los de García Márquez, Cortázar, Vargas Llosa, Carlos Fuentes, José Donoso, etc.), no otros géneros: ni la poesía ni el teatro. Sin embargo, y por paradójico que parezca, sobran razones para afirmar que la narrativa del «Boom» fue, en esencia, el estallido de una revolución poética. En 1982, Gabriel García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura por su trayectoria narrativa, fundamentalmente por los logros de su novela Cien años de soledad, que conmocionó y emocionó a miles y miles de lectores de todo el mundo, no solo del orbe hispánico. El discurso de recepción del Nobel es bien conocido. El escritor lo tituló, con clara intención reivindicativa, «La soledad de América»: casi no hace falta decir de qué trata, el título lo dice todo. Pero, además de este discurso, los galardonados deben decir unas palabras antes del banquete que la Academia sueca concede en …

Mortales inmortales

El propósito de fijar un texto filológicamente consistente, en el caso de Heráclito, es, de hecho, inasequible, y el problema no se limita a intentar establecer cuáles de los fragmentos que nos han llegado son auténticos y cuáles no, sino que va más allá: ¿podemos llegar a una versión del texto de Heráclito que pueda independizarse de los autores que nos lo han transmitido o en el fondo solo se trata de un artificio moderno? No sabemos si los transmisores tenían realmente el texto delante, si la copia que poseían era completa o si por el contrario manejaban una edición también fragmentaria, y tampoco conocemos la estructura de su libro, cómo estaba organizado, si se expresaba también en esa especie de aforismos que han llegado hasta nuestros días o si tenía una continuidad; ni siquiera sabemos si era verdaderamente un libro (es decir, una obra unitaria). No sabemos, en definitiva, casi nada. Sin embargo, entre toda la maleza de comentaristas, doxógrafos y transmisores en general es posible a veces hallar, gracias a ciertas marcas formales …

Volver a Revel: Rusia

La reciente noticia de que drones rusos han sobrevolado zonas de Polonia, Rumanía y Estonia ha encendido, con razón, todas las alarmas. Se trata de una preocupante escalada de un conflicto que lleva tres años y medio causando un enorme sufrimiento en Ucrania. Con el Kremlin convertido en una amenaza cada vez mayor para la seguridad internacional, conviene releer a Jean-François Revel, que durante la Guerra Fría analizó y comprendió como pocos la lógica de la política exterior soviética y estudió con atención los mecanismos que hacen que las democracias se vuelvan vulnerables frente a los regímenes autoritarios y totalitarios. Revel escribió muchas de sus obras más importantes, como El conocimiento inútil, Cómo terminan las democracias o la Tentación autoritaria, en un momento en el que, en buena parte de los ambientes intelectuales europeos, se consideraba de mal gusto denunciar el expansionismo soviético: lo que se llevaba era hacer gala de una resistencia afectada y absurda al «imperialismo» norteamericano. Cuando los atropellos de Moscú empezaron a ser demasiado evidentes como para ser ignorados, lo que …

Ciencia y misticismo

En una carta al filósofo Jean Wahl en 1942, Simone Weil comparte una intuición sobre la relación entre la ciencia y el pensamiento místico que la había perseguido durante años. Lo hace después de leer a San Juan de la Cruz por primera vez, aconsejada por su amigo Gustave Thibon, y convencida, gracias a la enésima lectura, de que la mística es fundamentalmente igual en todas las culturas y períodos históricos, desde Platón y los estoicos griegos hasta el Bhagavad Gita y los grandes místicos cristianos. Sobre el pensamiento místico dice: Creo que este pensamiento es la verdad, y que necesita ser expresado mediante la única cosa más o menos buena que tenemos como propia, a saber, la ciencia. Es más sencillo aún, pues se trata del origen mismo de la ciencia. Hay textos que indican con certeza que la geometría griega tiene su origen en el pensamiento religioso, y parece que se trata de un pensamiento cercano al cristianismo, casi hasta la identidad. Cuando Weil habla de ciencia se refiere específicamente a las matemáticas, …

El escritor de los nervios

El misterio en torno a la muerte de Edgar Allan Poe, tan próximo al espíritu de sus propios relatos, fue aprovechado casi de inmediato, y con gran éxito, para afianzar el mito que lo persigue hasta nuestros días. El 3 de octubre de 1849 Poe fue hallado inconsciente en la entrada de una taberna de Baltimore, vestido con ropas que no eran suyas e incapaz de dar razón de lo sucedido. Murió cuatro días más tarde en el Church Hospital y, desde entonces, su muerte ha estado rodeada de conjeturas. La explicación más aceptada es la del cooping, el fraude electoral que consistía en secuestrar, embriagar y forzar a las víctimas a votar repetidamente bajo identidades falsas. Poe fue hallado en plena campaña para la elección de un representante al Congreso de Maryland, y, según señala Margarita Rigal en su ensayo sobre el caso, su estado pudo ser resultado de la manipulación ejercida por agentes del Fourth Ward Club, próximo al partido republicano, sumada a la hipoglucemia que padecía. El 9 de octubre, el mismo …

Métodos de trabajo

Josep Vergés, el editor que a mediados de los sesenta empezó a publicar las versiones definitivas de casi todo cuanto escribió Josep Pla a lo largo de su vida, dice en el prólogo de Caps-i-puntes (volumen 43 de la Obra completa, Destino) que Pla «era, sin quererlo reconocer, un perfeccionista y le gustaba retocar indefinidamente su obra». Tal afirmación puede sorprender a quienes todavía crean que Pla escribía como hablaba, de un tirón, ajeno a toda retórica y a toda elaboración estilística. Probablemente el malentendido  proviene en gran parte de una lectura muy superficial de sus propias declaraciones en este sentido. Ahora bien, también dijo que el estilo natural era el que exigía mayores esfuerzos y, en Notes del capvesprol (Notas del crepúsculo en la traducción al castellano de Xavier Pericay), se definió como «un escritor muy lento» y «extremadamente meditado». Por supuesto, la naturalidad, en la literatura, es un artificio tan elaborado como cualquier otro.  Tal vez el adjetivo «perfeccionista» no conviene del todo a algunos de sus pasajes. Pla, al igual que Stendhal …