Destacado

El «Boom» latinoamericano o la novela hecha (de) poesía

Huelga decir que el «Boom» latinoamericano fue un fenómeno netamente narrativo. Y, de hecho, el canon de aquel acaecimiento literario, como es sabido, lo conforman novelas y libros de cuentos (los de García Márquez, Cortázar, Vargas Llosa, Carlos Fuentes, José Donoso, etc.), no otros géneros: ni la poesía ni el teatro. Sin embargo, y por paradójico que parezca, sobran razones para afirmar que la narrativa del «Boom» fue, en esencia, el estallido de una revolución poética. En 1982, Gabriel García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura por su trayectoria narrativa, fundamentalmente por los logros de su novela Cien años de soledad, que conmocionó y emocionó a miles y miles de lectores de todo el mundo, no solo del orbe hispánico. El discurso de recepción del Nobel es bien conocido. El escritor lo tituló, con clara intención reivindicativa, «La soledad de América»: casi no hace falta decir de qué trata, el título lo dice todo. Pero, además de este discurso, los galardonados deben decir unas palabras antes del banquete que la Academia sueca concede en …

Mortales inmortales

El propósito de fijar un texto filológicamente consistente, en el caso de Heráclito, es, de hecho, inasequible, y el problema no se limita a intentar establecer cuáles de los fragmentos que nos han llegado son auténticos y cuáles no, sino que va más allá: ¿podemos llegar a una versión del texto de Heráclito que pueda independizarse de los autores que nos lo han transmitido o en el fondo solo se trata de un artificio moderno? No sabemos si los transmisores tenían realmente el texto delante, si la copia que poseían era completa o si por el contrario manejaban una edición también fragmentaria, y tampoco conocemos la estructura de su libro, cómo estaba organizado, si se expresaba también en esa especie de aforismos que han llegado hasta nuestros días o si tenía una continuidad; ni siquiera sabemos si era verdaderamente un libro (es decir, una obra unitaria). No sabemos, en definitiva, casi nada. Sin embargo, entre toda la maleza de comentaristas, doxógrafos y transmisores en general es posible a veces hallar, gracias a ciertas marcas formales …

Volver a Revel: Rusia

La reciente noticia de que drones rusos han sobrevolado zonas de Polonia, Rumanía y Estonia ha encendido, con razón, todas las alarmas. Se trata de una preocupante escalada de un conflicto que lleva tres años y medio causando un enorme sufrimiento en Ucrania. Con el Kremlin convertido en una amenaza cada vez mayor para la seguridad internacional, conviene releer a Jean-François Revel, que durante la Guerra Fría analizó y comprendió como pocos la lógica de la política exterior soviética y estudió con atención los mecanismos que hacen que las democracias se vuelvan vulnerables frente a los regímenes autoritarios y totalitarios. Revel escribió muchas de sus obras más importantes, como El conocimiento inútil, Cómo terminan las democracias o la Tentación autoritaria, en un momento en el que, en buena parte de los ambientes intelectuales europeos, se consideraba de mal gusto denunciar el expansionismo soviético: lo que se llevaba era hacer gala de una resistencia afectada y absurda al «imperialismo» norteamericano. Cuando los atropellos de Moscú empezaron a ser demasiado evidentes como para ser ignorados, lo que …

Ciencia y misticismo

En una carta al filósofo Jean Wahl en 1942, Simone Weil comparte una intuición sobre la relación entre la ciencia y el pensamiento místico que la había perseguido durante años. Lo hace después de leer a San Juan de la Cruz por primera vez, aconsejada por su amigo Gustave Thibon, y convencida, gracias a la enésima lectura, de que la mística es fundamentalmente igual en todas las culturas y períodos históricos, desde Platón y los estoicos griegos hasta el Bhagavad Gita y los grandes místicos cristianos. Sobre el pensamiento místico dice: Creo que este pensamiento es la verdad, y que necesita ser expresado mediante la única cosa más o menos buena que tenemos como propia, a saber, la ciencia. Es más sencillo aún, pues se trata del origen mismo de la ciencia. Hay textos que indican con certeza que la geometría griega tiene su origen en el pensamiento religioso, y parece que se trata de un pensamiento cercano al cristianismo, casi hasta la identidad. Cuando Weil habla de ciencia se refiere específicamente a las matemáticas, …

El escritor de los nervios

El misterio en torno a la muerte de Edgar Allan Poe, tan próximo al espíritu de sus propios relatos, fue aprovechado casi de inmediato, y con gran éxito, para afianzar el mito que lo persigue hasta nuestros días. El 3 de octubre de 1849 Poe fue hallado inconsciente en la entrada de una taberna de Baltimore, vestido con ropas que no eran suyas e incapaz de dar razón de lo sucedido. Murió cuatro días más tarde en el Church Hospital y, desde entonces, su muerte ha estado rodeada de conjeturas. La explicación más aceptada es la del cooping, el fraude electoral que consistía en secuestrar, embriagar y forzar a las víctimas a votar repetidamente bajo identidades falsas. Poe fue hallado en plena campaña para la elección de un representante al Congreso de Maryland, y, según señala Margarita Rigal en su ensayo sobre el caso, su estado pudo ser resultado de la manipulación ejercida por agentes del Fourth Ward Club, próximo al partido republicano, sumada a la hipoglucemia que padecía. El 9 de octubre, el mismo …

Métodos de trabajo

Josep Vergés, el editor que a mediados de los sesenta empezó a publicar las versiones definitivas de casi todo cuanto escribió Josep Pla a lo largo de su vida, dice en el prólogo de Caps-i-puntes (volumen 43 de la Obra completa, Destino) que Pla «era, sin quererlo reconocer, un perfeccionista y le gustaba retocar indefinidamente su obra». Tal afirmación puede sorprender a quienes todavía crean que Pla escribía como hablaba, de un tirón, ajeno a toda retórica y a toda elaboración estilística. Probablemente el malentendido  proviene en gran parte de una lectura muy superficial de sus propias declaraciones en este sentido. Ahora bien, también dijo que el estilo natural era el que exigía mayores esfuerzos y, en Notes del capvesprol (Notas del crepúsculo en la traducción al castellano de Xavier Pericay), se definió como «un escritor muy lento» y «extremadamente meditado». Por supuesto, la naturalidad, en la literatura, es un artificio tan elaborado como cualquier otro.  Tal vez el adjetivo «perfeccionista» no conviene del todo a algunos de sus pasajes. Pla, al igual que Stendhal …

TELÉMACO

El sueño de la orfandad engendra monstruos

«Pobre mente, que tomas tus argumentos de los sentidos y luego quieres derrotar a estos. Tu victoria es tu derrota». (Demócrito, B125) Suelen ser extraños todos los tiempos para los que los padecen, salvo, tal vez, durante periodos, perdidos entre las hecatombes históricas, agraciados con la placidez y el tedio de la paz y la abundancia. En la segunda mitad del siglo XX cupo un bienestar social, económico, tecnológico y cultural hasta un grado sin precedentes para cada vez mayores regiones y capas de la población. Para los contemporáneos bendecidos por el crecimiento occidental tras la postguerra mundial no resultaba fácil prever el declive patético que, sin embargo, se fue vislumbrando como inexorable a medida que las opulencias sociales iban reblandeciendo materialmente las instituciones que las hacían posibles. Una de esas instituciones condenadas al desagüe de la Historia o, en todo caso, a su debilitamiento y casi marginalidad entre las clases favorecidas por el desarrollo del Estado benefactor fue la familia y, con ella, la figura paterna. Sucedió también, de modo acaso más flagrante, con …

Artes excutiente deo

Artes excutiente deo

En el canto XVIII de la Ilíada se describe con sumo detalle el escudo que Hefesto ha forjado para Aquiles tras la muerte de Patroclo. La obra del dios, perfectamente acabada, deja sin aliento a quien la contempla: en ella vemos cómo se mueven con naturalidad los hombres, aunque estén hechos de metal, y cómo mugen los bueyes, cazan los leones y ladran y olfatean los perros, cómo resuenan los ríos y el pasto fresco alimenta a los rebaños, y cómo las casetas bien techadas y los establos dan cobijo por la noche, y vemos también muchos otros prodigios admirables que seducen y embriagan los sentidos.  Baste este breve pasaje como testimonio (XVIII, 573-576): En él [el escudo] hizo [Hefesto] un rebaño de bueyes de cuernos rectos,y los bueyes, hechos de oro y estaño,se precipitaban mugiendo desde el establo hacia la pastura,a orillas de un río estrepitoso junto a un tambaleante cañaveral. No se trata solo de que Homero pretenda subrayar el temperamento y la extraordinaria destreza técnica de Hefesto para complacer a sus oyentes, …

Perder la razón - Moon Madness

Perder la razón

Hay pocas enfermedades tan ambivalentes y simbólicamente productivas como la locura. Ciertos estados de turbación o inestabilidad se asocian a una capacidad excepcional, a una suerte de contacto con lo divino o lo visionario. Un caso: Gérard de Nerval, figura de culto para los simbolistas, los surrealistas y los poetas malditos, paseaba a su langosta con una correa por las calles de París. Sufrió desde los 33 años crisis nerviosas e internamientos recurrentes, hasta que se suicidó en 1855, dejando una obra donde la enfermedad mental se entrelaza con el misticismo, el sueño y la búsqueda de un sentido oculto. Fue uno de los primeros en proponer que lo que llamamos locura no es una pérdida de razón, sino una forma distinta —más lúcida y penetrante— de ver el mundo. Posteriormente, el siglo XX consolidó esta misma percepción mediante la figura del outsider brillante y autodestructivo: el artista maldito que vive en los márgenes y sufre por no poder integrarse. Tenemos ejemplos de genios depresivos e hipersensibles, como Virginia Woolf o Sylvia Plath; de visionarios …

Literatura y adulterio

Literatura y adulterio

La mañana después de conocer a Vronsky, Anna Karenina coge un tren de regreso a San Petersburgo y se pone a leer sin que eso le procure ninguna satisfacción. Tiene tantas ganas de vivir que le cuesta conformarse con el reflejo de otras vidas que encuentra en la lectura: querría estar viviendo lo mismo que el héroe protagonista de su novela. Se dice a sí misma que tendrá que resignarse, pero hallándose en ese estado, le sobrevienen recuerdos de la noche anterior de los que en vano trata de deshacerse: el baile, las miradas «enamoradas y sumisas» de Vronski… «Caliente, muy caliente, te quemas», le dice una voz interior, pero deja a un lado la novela: los caminos que está recorriendo su pensamiento le parecen ahora más excitantes que las aventuras descritas en ella.  Con la lectura, sucede una paradoja que Mario Vargas Llosa explicó en repetidas ocasiones, entre ellas en su discurso de aceptación del Nobel: uno lee porque siente que con la realidad no le basta, pero al adentrarse en otros mundos descubre …