Política

España oscitante

«Es desolador que hoy la megalomanía y la ambición personal de algunos nos hayan conducido al estado lamentable en que nos encontramos, y que nuestro pueblo haya perdido, de momento, la ilusión y la confianza en su futuro». Con estas palabras, y con otras muchas contenidas en una carta dirigida a Horacio Sáenz Guerrero, director de La Vanguardia, el expresidente Tarradellas denunciaba en el año 1981 el peligroso rumbo que tomaba el nuevo Govern de la Generalitat, con Pujol a la cabeza. Un Estado no se constituye como una comunidad desinteresada, y tampoco es algo dado, algo que se encuentra sin más, sino el fruto de un deseo prevaleciente, proyectivo; futurizo, diría Julián Marías. Si busca, no ya la admiración de sus vecinos, sino evitar, como todo organismo sano, su propia desintegración, es preciso que se presente como un convincente proyecto en común, en el que cada parte encaje en la totalidad nacional, dentro de la cual siga existiendo. Las palabras del expresidente catalán coinciden con estas otras que escribió Ortega y Gasset en su …

El patrón Bitcoin: una revolución monetaria

En un artículo anterior de La Puñalada hablé del peligro de confiar la prerrogativa de la emisión de dinero al Estado, que tiende a impulsar políticas monetarias expansivas que disparan el gasto global y debilitan la moneda. Expliqué que, si en la actualidad tiene ese poder, es porque se deshizo de su principal limitador, el patrón oro, basado en la convertibilidad de una determinada cantidad de papel moneda en oro. Pero me gustaría hablar en este artículo de un sistema monetario alternativo al hoy imperante patrón fiat, capaz de volver a proteger al individuo de la gestión de sus gobernantes y a su poder adquisitivo del monstruo de la inflación. La inflación es un fenómeno que castiga a los acreedores y beneficia a los deudores, puesto que la deuda está expresada en términos nominales, no reales. Perjudica a los trabajadores, pensionistas y ahorradores porque provoca un descenso gradual del poder adquisitivo de sus salarios, pensiones y depósitos, y en cambio favorece a los más ricos, que ven como el valor de sus inversiones aumenta y …

Una revolución pendiente (glosa de Ortega)

Benjamin Constant insistió en la imposibilidad de que existiese una sociedad libre sin el cumplimiento efectivo de lo que llamó «principio eterno»: la limitación de todo poder; también el de la soberanía popular, en la que necesariamente descansa la legitimidad de la representación política en democracia, y que Constant, tras presenciar los desmanes de la Revolución francesa y la instauración del Terror en nombre de la justicia, ya vio como una fuente de despotismo tan o más temible que la monarquía absoluta. Desde su visión liberal progresista de la historia, coincidía en eso no solo con Madame de Staël y con Stuart Mill, sino también con los grandes pensadores liberales de tendencia conservadora como Edmund Burke y Aléxis de Tocqueville. Si la protección de la libertad ha de ser, en última instancia, el sentido de toda acción política —como quería Burke—, no puede haber nada más contrario a la política que la imposición, por parte de una mayoría, de una supuesta voluntad general, obtenida siempre por propaganda emocional y representada siempre por una camarilla que …

La histéresis

La histéresis es un concepto de la física y la biología trasladado a las ciencias sociales entre otros por el Nobel de Economía Jean Tirole, quien lo definió como el fenómeno por el cual un sistema social tiende a mantenerse en un determinado estado tras la desaparición de la causa que lo provocó.  Tirole modelizó matemáticamente la influencia de la reputación de un colectivo sobre el comportamiento de sus miembros, recurriendo al concepto de histéresis para formular sus conclusiones. La trayectoria, la fidelidad o el valor de la palabra de un individuo son conocidos, o pueden ser directamente observados, por los pocos con quienes se haya relacionado frecuente e intensamente. El resto de las personas que esporádicamente interactúen con ese individuo se formarán una opinión basándose, entre otros aspectos, en la reputación del grupo o grupos a los que pertenezca.  Si la reputación grupal es positiva y, por tanto, ese individuo deriva un beneficio de ella, tomará recaudos para confirmarla con su conducta. Aún más: velará para que ningún otro miembro del grupo la perjudique, …

El punto ciego judío

La dedicación de nuestra época a la denuncia de agravios identitarios y al reconocimiento de colectivos —un empeño que se afirma a sí mismo en tanto más exhaustivo es— invita a especular sobre el carácter sospechoso de sus negligencias. Cuesta creer que, en tiempos de hipersensibilidad a la discriminación, el descuido de un grupo identitario concreto sea accidental. En un estado obsesivo de búsqueda de colectivos a los que victimizar, resulta inevitable pensar en la conveniencia de ciertos ángulos muertos, máxime si el colectivo que se sitúa en ese punto ciego es uno de los más agraviados de la historia. En efecto, es únicamente a trasluz de la sospecha que cabe valorar el modo en que los portavoces de las políticas identitarias soslayan cualquier tipo de mención al antisemitismo. Aunque tampoco habría que sospechar tanto: no cabe duda de que el identitarismo político ya hubiera reivindicado la causa judía si tuviera algún interés en ello. Los hechos, sin embargo, apuntan en otra dirección. Y es que, en esta batalla por la compensación identitaria que la …

Los mejores datos

En su presidential memorandum, el documento con rango de ley en el que el presidente de los Estados Unidos traza las directrices de su gobierno, Joe Biden incluyó la siguiente declaración: «Es política de mi Administración tomar decisiones basadas en pruebas guiadas por la mejor ciencia y los mejores datos disponibles». Poco después, Jeffrey H. Anderson, director del Bureau of Justice Statistics durante el gobierno de Donald Trump, señaló, en una tribuna publicada en The Wall Street Journal, la flagrante contradicción entre esa declaración del memorándum y la respuesta que dio Biden, meses antes de llegar a la Casa Blanca, a la pregunta de un periodista sobre si existía un racismo sistémico en la aplicación de la ley. «Absolutamente», exclamó el entonces candidato a la presidencia. Sin embargo, un informe oficial presentado a los pocos días de su toma de posesión llegaba a la conclusión de que no existe ese supuesto sesgo racista en las actuaciones de la policía. El reproche de Anderson puede parecer un poco injusto, porque, cuando Biden declaró a la prensa …

La discrepancia entre los técnicos

Algunos de quienes nos gobernaban durante los peores momentos de la pandemia pensaron que podrían evitar que la catástrofe sanitaria hiciera las delicias de la oposición si trasladaban los problemas de salud pública más allá del drama parlamentario, como si estos delicados asuntos constituyeran un tema «mucho más grave» que los propios del Congreso. Fue a través de esta maniobra como en tiempos de crisis el gobierno acabó en manos no electas: «Nosotros», decían, «solo hacemos lo que nos mandan los técnicos». Esta escenificación de la renuncia de los políticos a gobernar vivió días convulsos cuando todo el mundo pudo ver que el ministerio de cada región tomaba medidas de control asombrosamente diferentes ante circunstancias que en la mayoría de los casos eran prácticamente idénticas. El gobierno de cada región seguía asegurando que eran los técnicos quienes decidían las medidas de control, pero ante el evidente desbarajuste cabía dudar de si en realidad los políticos no estaban actuando por su cuenta. Hasta que vio la luz la feliz ocurrencia de la «discrepancia entre los técnicos»: …

Contra el gasto

Recientemente hemos sabido que España es el país de la Unión Europea que registra un mayor desequilibrio en sus cuentas. Con un déficit presupuestario del 11%, no cabe duda de que es un país que gasta por encima de sus posibilidades, y no parece que el Gobierno tenga interés en remediarlo. La situación es preocupante, y quizá cabría recordar las lecciones que nos brindaron aquellos que ya advirtieron de la irresponsabilidad que suponían el gasto y el derroche cuando empezaron a generalizarse a mitad del siglo XX, con el auge de las políticas keynesianas.  Henry Hazlitt dedica a este asunto el capítulo La ofensiva contra el ahorro de su ensayo La economía en una lección, publicado en 1946. Lo inicia recordando que la sabiduría popular ha ensalzado desde tiempos inmemoriales las virtudes del ahorro y precavido contra las consecuencias del derroche, y que los economistas clásicos mostraron además cómo la política del ahorro, orientada al interés del individuo, sirve a su vez al de la comunidad. Esta constatación le lleva a denunciar que esa antigua …

Democracia, transparencia y distopía

Hay una frase que suelo repetirles a mis alumnos cada nuevo curso (y que últimamente no acaban de entender, pues los de ahora, para mi asombro del tiempo, han nacido en el siglo XXI). Se trata de una agudeza típica del Felipe González más inspirado y lúcido, quien, a comienzos de los años ochenta, recién llegado a La Moncloa como presidente del Gobierno, afirmó que prefería morir tiroteado en el metro de Nueva York antes que fenecer de aburrimiento en las calles de Moscú. Para quienes hemos nacido en la segunda mitad del siglo XX, para aquellos que hemos crecido —no solo física, sino material e intelectualmente— con la democracia liberal, no hace falta explicar qué quiso decir el líder socialista con aquel apotegma que, de un modo claro, enfrentaba dos modelos de vida: los EE UU vs. la URSS. Eran los duros años de la Guerra Fría, aún con el Telón de Acero en pie. Desde entonces hasta ahora han llovido décadas de historia, y de aguacero en aguacero se ha formado un río …

Sin patria y con pasaporte

La reciente mudanza a Andorra de un mundialmente conocido youtuber, con la consiguiente pérdida de recaudación para la Hacienda española, devolvió a primera línea el debate sobre el patriotismo. Para unos, la patria son los hospitales (y los contenedores de basura cabría recordarles) y patriotismo es el pago de los impuestos que los financian. Otros consideran insuficiente esta visión y se preguntan para quién se pagan impuestos, si existe una relación previa o, en palabras de Juan Claudio de Ramón, «un sentimiento de solidaridad y simpatía recíprocas» entre quienes contribuyen y quienes se benefician de la actuación del Estado, tejido con «hebras comunes.  Probablemente a esas hebras se refería Michel Lacroix cuando escribió en Le culte de l’émotion: «La admiración compartida es necesaria para sellar la cohesión social. Una nación posee alma cuando los individuos conservan un piadoso respeto por su tierra, su historia, su patrimonio, así como las grandes figuras artísticas, literarias, políticas, industriales o militares que honran su pasado». Esta reflexión da pie a un pequeño excurso: el furor, con el que los …