Arte

El rastro sangriento del artista

No es habitual que los grandes clásicos de Hollywood sean mejorados en adaptaciones posteriores, pero sucede a veces. La novela de James M. Cain Mildred Pierce ha sido adaptada al cine en dos ocasiones. Fue Michael Curtiz, el director de Casablanca, quien realizó la primera en 1945. Su versión contiene lo mejor del cine negro americano y cuenta con una soberbia actuación de Joan Crawford, pero el Código Hays le arrebató parte de su interés. Para sortear la censura de la época (que exigía el castigo de los personajes inmorales, entre otras cosas), la película de Curtiz incorpora una trama de crimen que no estaba en la novela original y suaviza algunos de sus aspectos más inquietantes y moralmente ambiguos. Por eso la versión de 2011, una miniserie, es todavía más recomendable. Dirigida por Todd Haynes y protagonizada por Kate Winslet, narra el descenso a los infiernos de una madre desesperada por ganarse el amor de una hija tan brillante y talentosa como cruel. No es solo por amor maternal por lo que Mildred encuentra …

¿Qué obtenemos de las artes?

Por las aguas del cuerpo y de la mente, La ciudad fluye hacia ninguna parte. De vivir nos consuela solo el arte, Que es estar con la gente sin la gente. Carlos Marzal A Toni Martí García Toda obra de arte ofrece una ilusión de verdad; no una verdad real, sino una verosimilitud que, gracias a la forma, tiene la capacidad de divertirnos y enriquecer nuestra conciencia. En otras palabras: a través del arte, la conciencia adquiere la capacidad de ver el mundo o a nosotros mismos de una manera más clara, algo que no nos pueden dar ni la ciencia, ni la filosofía, ni la religión.  Es una lástima no tener sino el concepto de verosimilitud para referirnos a la verdad en arte. Sería bueno tener alguno que especificara que esa verosimilitud es, en cierta manera, más intensa que la verdad de la vida real. Mi intención aquí es la de establecer que la supuesta verdad del tronco común de todas las artes contiene por lo menos tres cualidades: admiración, emoción y conocimiento, pero …

Arte y Estado

El pasado octubre, se anunciaron en España los mayores presupuestos destinados a Cultura de toda la historia de la democracia, y como es habitual se presentaron como una gran conquista. Sucede con la Cultura lo mismo que sucede con muchas otras partidas presupuestarias: hay quienes siempre celebran que se destine más dinero a aquello que consideran importante, y, por supuesto, nada hay tan valioso para muchos como el arte. Pero olvidan que en una democracia liberal el Estado solo debería garantizar aquellos servicios que no se puedan ofrecer de mejor forma por otras vías, y que el tamaño de las partidas presupuestarias no tiene por qué ser proporcional a la importancia que otorgamos a las cosas. Es más, se puede creer también lo contrario: que el arte es demasiado importante como para que lo gestione el gobierno, que lo espiritual se tiene que alejar todo lo posible de lo ministerial.  Son muchos los que creen que la creación artística no casa con el principio mercantil de «adáptate o muere», pero en realidad ese principio es …

El retrato de Peter O’Toole

Hoy se cumplen siete años de la muerte de Peter O’Toole, actor en más de sesenta películas, unas setenta obras de teatro, y protagonista de una rara entrevista que le hizo Gay Talese, en la que el gentleman refinado se muestra como un hombre desquiciado, autodestructivo y obsesionado con su personaje en Lawrence de Arabia, basado en el coronel Thomas Edward Lawrence.  La entrevista empieza en un avión que se dirige al país natal del actor, Irlanda. O’Toole es ya un actor de éxito que ha ganado el suficiente dinero como para comprarse una casa en Londres con diecinueve habitaciones y decorarla con cuadros de Jack B. Yeats, pero le explica a Talese lo difícil que es para él verse a sí mismo en la película de David Lean que supuso su salto a la fama. No puede soportar ver cómo la pantalla muestra su rostro con veintisiete años en un plano para, acto seguido, pasar a otro en el que tiene veintinueve, y comprender que se han esfumado dos años de su vida en …

La rosa es sin porqué

En el prefacio a El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde no solo responde a los críticos que condenaban su novela por inmoral, sino que también regala una de las reflexiones más acertadas de la estética, al tiempo que casi parece negarla: «A un hombre le podemos perdonar que haga algo útil siempre que no lo admire. La única excusa para hacer una cosa inútil es admirarla infinitamente. Todo arte es completamente inútil». Roger Scruton recupera la cita en su documental Why Beauty Matters? para demostrar, a través de la arquitectura tradicional, que la belleza es una necesidad universal: sus detalles decorativos, perfectamente inútiles, a la vez se hacen indispensables por su complaciente armonía, y así nos revelan que tenemos algo más que necesidades primarias; que el hombre es, en gran medida, un ser espiritual. «Resulta que nada es más útil que lo inútil», concluye. Para las mentalidades excesivamente panglosianas —no por optimistas, sino por su tendencia a creer que todo existe para cumplir con un fin determinado—, esas observaciones saben a poco. La obra …