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Buscar pan y destruir panaderías

Buscar pan y destruir panaderías

El auge de los precios del alquiler en las grandes ciudades españolas está dificultando cada vez más el acceso a la vivienda y obligando a muchos a abandonar sus barrios. No hace falta estar buscando piso para darse cuenta: el asunto ha tomado protagonismo en tertulias, debates parlamentarios y, sobre todo, las calles. En febrero, casi cuarenta colectivos de vivienda, vecinales, ecologistas, de derechos humanos, sindicales y sociales se manifestaron en Madrid, y de nuevo en todo el país en abril, para denunciar lo que consideran una «emergencia habitacional» y exigir soluciones a la clase política. La fe casi supersticiosa que estos grupos tienen en la capacidad de los dirigentes para aliviar sus males es conmovedora, y no sería sorprendente verlos algún día tomar las calles para exigirles un febrero más cálido y un agosto menos pesado.  Al escuchar sus demandas, resulta inevitable acordarse de Ortega y Gasset. En La rebelión de las masas, explica que el ser humano nunca ha resuelto con tanta holgura sus problemas económicos, y que cada día añade un nuevo …

La Segunda República según Josep Pla

La Segunda República según Josep Pla

Es costumbre dejar de lado la complejidad del Josep Pla escritor político porque distintas aproximaciones ⎯sean de izquierdas o nacionalistas⎯ coinciden en dar por hecho que fue un personaje venal, antirrepublicano visceral, espía de Franco y acomodaticio con su régimen, anticomunista anacrónico, traidor a Cataluña. Ochenta y nueve años después del inicio de la Guerra Civil, todavía hay quien enjuicia a Pla sin prestar la debida atención a lo que pasaba en Europa en los años treinta, tal vez por falta de entendimiento intelectual de aquella encrucijada trágica. Explica algunas anomalías más generalizadas que, casi noventa años después del inicio de la Guerra Civil, un escritor de su magnitud sea juzgado o bien por lo que no hizo o bien porque se le aplica el reduccionismo que viene siendo propio de un antifranquismo esquemático y apriorístico, algo también propio del antianticomunismo. ¿Es que el liberalismo conservador de Pla es razonablemente más condenable que la mística de la guerra del admirado Ernst Jünger? Por no intentar la comprensión de sus contradicciones y continuando con la demonización de …

El gran falsificador

El gran falsificador

En julio de 1930 Salvador Dalí publica, en el primer número de la revista Le surréalisme au Service de la Révolution, un artículo titulado «L’âne pourri» («El burro podrido»). La imagen del burro podrido, al que en el artículo solo alude de paso para pontificar que nada podrá convencerle de que el animal en descomposición, cubierto por miles de moscas y hormigas, no es más que «el reflejo cegador y duro de nuevas piedras preciosas», aparece por partida doble en Un chien andalou, la película que realizó a medias con Luis Buñuel, y hunde sus raíces en la pasión por lo putrefacto que ambos compartían con García Lorca y Pepín Bello como símbolo de las decadentes costumbres burguesas. Puede parecer que en este artículo la alusión al burro podrido es solo una insistencia gratuita en sus obsesiones ⎯como lo son tantas cosas en el universo daliniano, aunque se trata de una gratuidad que cobra sentido en la impertinencia como instrumento de confusión⎯ y que no tiene aquí ese valor simbólico, pero a continuación añade lo …

Tiempos familiares

Tiempos familiares

«No me extraña que digan que no vivo en contacto con estos tiempos. ¿Quién demonios quiere vivir en contacto con ellos?» Billy Wilder, entrevista en New York Magazine, 1976 Cuando el genial Billy Wilder dio la lapidaria opinión del epígrafe, pronto hará medio siglo, ya había empezado a producirse el lento y sostenido proceso de erosión de la civilidad que es el tema de este artículo. Entiendo por civilidad no solo el conjunto de formas de la urbanidad, sino también una red o tejido de códigos destinados a facilitar y regular los intercambios entre individuos en sociedad, su manera de «vivir en contacto» unos con otros. El ámbito común en el que se tejen (y destejen) esos códigos es lo que los griegos designaron con la palabra polis y Hannah Arendt analizó, en La condición humana, con el nombre de espacio o ámbito público. El tamaño o alcance de este espacio, su importancia en la vida de los individuos, no es algo fijo e inalterable. Especial aporte de Arendt a la comprensión del fenómeno del …

Debilidad encumbrada

Debilidad encumbrada

El Renacimiento representó para Nietzsche un momento excepcional en la vida europea. Fue una época que afirmó el cuerpo, el arte, el genio individual, en la que el ser humano se reconcilió con su vitalidad, su voluntad de poder y su capacidad de crear belleza y dar forma al mundo. Figuras como César Borgia —a quien menciona en El Anticristo (1895) como un modelo de superhombre opuesto a Jesús—, Maquiavelo o Leonardo da Vinci —que encarnan para él la máxima representación del buen gobernante y del artista creador— son ejemplos paradigmáticos de hombres que actúan desde su potencia vital y no desde la sumisión existencial que imponen la moral y el deber. Pero el impulso histórico del Renacimiento se trunca cuando Europa emprende —según Nietzsche— un camino de domesticación del alma occidental. La Reforma protestante radicaliza la moral cristiana y sustituye muchas de las formas afirmativas del catolicismo por otras más serviles y dóciles. También Nietzsche reprocha a Kant su idea de que el deber debe cumplirse por deber mismo y no por inclinación o …

La gravitación técnica

La gravitación técnica

El ser humano es curioso por naturaleza. Desde el principio de nuestra existencia levantamos la cabeza hacia el cielo en busca de respuestas en un cosmos repleto de pequeñas luces. Estos faros en la oscuridad se analizaban antiguamente con la vista en busca de ciertos patrones que pudiesen dar lugar a alguna señal divina. No fue hasta el año 1609, en plena Revolución Científica, cuando se construyó el primer telescopio para mirar el firmamento con mayor profundidad, revolucionando completamente la astronomía. Desde entonces se han hecho innumerables avances tecnológicos y descubierto infinidad de cuerpos celestes, pero el principio sigue siendo el mismo. En Las olas del espacio-tiempo: la revolución de las ondas gravitatorias, Matteo Barsuglia narra el descubrimiento de las ondas gravitatorias, desde su predicción teórica hasta su reciente descubrimiento, compartiendo sus vivencias científicas en el laboratorio Virgo, uno de los laboratorios pioneros en la detección de ondas gravitatorias. Así describe Barsuglia el instante que cambió la historia de la física: En medio de la algabardía del planeta, los dos detectores LIGO en Estados Unidos …

Desidiosa occupatio

Desidiosa occupatio

Cuenta Séneca en Sobre la brevedad de la vida (XVII.7) que «uno de esos adictos al placer —si es que hay que llamar “placer” a desaprender la vida y la costumbre humana—, cuando lo sacaron del baño en brazos y lo colocaron en una silla, preguntó: “¿ya estoy sentado?”», y añade: «Este que ignora si está sentado, ¿tú crees que sabe si vive, si ve, si está libre de inquietudes?».  Ese delicatus —nosotros hemos traducido «adicto al placer»— se ha entregado hasta tal punto a los placeres que ha perdido la capacidad de interpretar el estado en el que se encuentra su propio cuerpo, y Séneca nos lo presenta para insistir en una idea que ya ha anunciado antes: que hombres tales no son verdaderamente otiosi —en la cita hemos traducido el término otiosus por «libre de inquietudes»—, sino más bien hombres ocupados, ajetreados por su necesidad de placer. Para Séneca el otium consiste en el cultivo de la sabiduría, y el otiosus es, ante todo, el hombre sabio que no pierde el tiempo en …

Tras el delirio

Tras el delirio

Ha pasado casi un año desde que el independentismo catalán sufrió su peor derrota electoral en décadas, y no parece exagerado hablar de fin de una época. Con las aguas más calmadas, es un buen momento para echar la vista atrás y tratar de comprender lo que, en muchos sentidos, fue un delirio colectivo. Una buena forma de hacerlo es a través de las recién publicadas memorias de la periodista Laura Fàbregas. Diario de una traidora (Editorial Funambulista) narra, con gran agudeza, ironía y lucidez, unos años que ella vivió como testigo privilegiado: primero, como independentista en un pueblo catalán muy politizado; más tarde, como periodista constitucionalista afincada en Madrid. Recuerdo perfectamente la primera vez que vi a Laura Fàbregas. Fue en un debate de TV3 entre el entonces dirigente de la CUP, Antonio Baños, y el filósofo Antonio Escohotado. En Cataluña, el antinacionalismo se percibe a menudo –con una mezcla de compasión, incredulidad y recelo– como una forma de autoodio. Primero, confundiendo el amor a la patria con el amor propio, y luego sin …

Aquellos zares rojos

Aquellos zares rojos

La hija de Stalin hojeaba libros en la biblioteca pública de Kensington. La observaba un joven bibliotecario, y con él así vimos, varias veces, a la hija de quien había sido el hombre más poderoso del mundo. Luego miraba escaparates de anticuarios, se subía al autobús y desaparecía. Eso era en 1992. Poco después, la prensa sensacionalista descubrió que Svetlana vivía en una casa de beneficencia en el Londres más raído.  En sus libros había contado lo que fue ser la mimada del padre, un hombre de inteligencia demoníaca, uno de los mayores genocidas de la historia de la humanidad, convencido de que la solución de todo era la muerte, atracador de bancos en su juventud de activista bolchevique, adorado por las mujeres sin ser muy mujeriego, un tipo aparentemente modesto con la cara marcada por la viruela, capaz de cóleras letales, inmensamente resentido, hipocondríaco, ejecutor de purgas sin fin, tullido del brazo izquierdo, cantor de baladas caucasianas, artífice del terror de masas, nuevo jinete del Apocalipsis que impidió toda libertad y perpetuó la guerra …

El espíritu de partido

El espíritu de partido

«La mano de hierro del destino no es más poderosa que este sometimiento a la tiranía de una sola idea, que este delirio que el pensamiento único engendra en la mente de quienes se le entregan: en estos tiempos la fatalidad es el espíritu de partido, y pocos hombres son lo bastante fuertes como para eludirlo». Madame de Staël La extrema izquierda y la extrema derecha han hecho siempre cuanto han podido para acabar con el Estado de Derecho. Se empezó a ver en Francia, a finales del XIX, con el estallido del caso Dreyfus. Por su condición de judío, unos y otros celebraron la condena, con pruebas falsas, del desdichado capitán del ejército francés. En 1910, el líder de Action Française, Charles Maurras, y el líder del socialismo revolucionario, Georges Sorel, se felicitaban mutuamente por su decidida oposición al régimen democrático, como documenta Michel Winock en Le siècle des intellectuels. En 1939, el pacto Ribbentrop-Mólotov selló esa comunión de intereses. No es de extrañar que en nuestros días los apoyos, directos o indirectos, a …