Historia

Una nueva lectura del episodio de Andrés en el Quijote: de la cruz ‘decussata’ a las dos aspas del sambenito

La mayoría de los críticos, contaminados sin duda por la extraña locura de don Quijote, que confunde la ficción con la historia, han interpretado el episodio de Andrés que se abre en I,4 y se cierra en I,31 a la luz de obras caballerescas y de otros géneros literarios de la época, pasando por alto la historicidad de la escena que nos presenta a un mozo de ovejas llamado Andrés flagelado por su amo Juan Haldudo el Rico en un encinar a la salida de Quintanar de la Orden. Siendo el tiempo de la historia contemporáneo del tiempo de la narración en el Quijote, la flagelación del adolescente debió de transcurrir allá a finales del reinado de Felipe II. Cuando tenía veinte años, Israël Salvator Révah leyó la obra maestra de Marcel Bataillon titulada Érasme et l’Espagne, y lo que más le llamó la atención fue, en primer lugar, el gran número de intelectuales españoles del siglo XVI que eran de ascendencia hebrea y, en segundo lugar, la suma importancia de los archivos inquisitoriales para …

Conquistas de Pedro el Grande

En el cuento séptimo de la décima jornada del Decamerón, Boccaccio narra la pasión amorosa de la doncella siciliana Lisa Puccini por Pedro III el Grande. La acción transcurre en Palermo en 1282, durante las fiestas de coronación del monarca aragonés como rey de Sicilia, unos meses después de que el pueblo, alzado en armas, perpetrara una masacre contra los franceses que ocupaban el reino. El cronista contemporáneo Bernat Desclot cuenta el origen de la revuelta popular, y lo que sigue es en parte una transcripción de su relato. Empezó, según el calendario juliano, el martes 31 de marzo, en la tercera jornada de Pascua; los habitantes de Palermo tenían por costumbre encaminarse ese día a la iglesia del Espíritu Santo, en las afueras de la ciudad, por su fama en la concesión de grandes indulgencias a los pecadores. En aquellos años el clima del Mediterráneo era más cálido que en nuestros días y es de presumir que, espoleados por un tiempo ya primaveral, los palermitanos hubiesen empezado a aligerar sus atuendos y andaran alegres …

España oscitante

«Es desolador que hoy la megalomanía y la ambición personal de algunos nos hayan conducido al estado lamentable en que nos encontramos, y que nuestro pueblo haya perdido, de momento, la ilusión y la confianza en su futuro». Con estas palabras, y con otras muchas contenidas en una carta dirigida a Horacio Sáenz Guerrero, director de La Vanguardia, el expresidente Tarradellas denunciaba en el año 1981 el peligroso rumbo que tomaba el nuevo Govern de la Generalitat, con Pujol a la cabeza. Un Estado no se constituye como una comunidad desinteresada, y tampoco es algo dado, algo que se encuentra sin más, sino el fruto de un deseo prevaleciente, proyectivo; futurizo, diría Julián Marías. Si busca, no ya la admiración de sus vecinos, sino evitar, como todo organismo sano, su propia desintegración, es preciso que se presente como un convincente proyecto en común, en el que cada parte encaje en la totalidad nacional, dentro de la cual siga existiendo. Las palabras del expresidente catalán coinciden con estas otras que escribió Ortega y Gasset en su …

Conspiraciones de Baroja

Tras la puerta entornada del pequeño huerto había un viejo con un libro en la mano, sentado sobre un montón de ramas secas. Cuando el sol iba retirándose, el viejo solitario paseaba por el acantilado de la costa. Vestía pantalón corto, chaleco de ante con botones de nácar, corbata blanca, casaca oscura. Es Gastón Etchepare, solitario en el caserío Iturbide, en Bidart, no lejos de Bayona. Personaje real emparentado con los Baroja ―los padres del novelista le habían tratado―, un muy joven Eugenio de Aviraneta, protagonista de Memorias de un hombre de acción, visitará a Etchepare recluido en el reposo melancólico del revolucionario que, de tan apasionado republicano, Bonaparte había rechazado. Caminan bajo el crepúsculo. Etchepare hablaba con pasión de Danton y Robespierre, de Saint-Just, de los choques entre la Montaña y la Gironda, de las grandes figuras plutarquianas que inspiraron las virtudes revolucionarias. Como personaje infrecuente y menor de las Memorias de un hombre de acción, de Pío Baroja, la aparición de ese viejo revolucionario viene a condensar todo lo que Aviraneta quiso ser …