Pessoa, el solipsista
Fernando Pessoa es, como lo son sus contemporáneos Nietzsche y Unamuno, un poeta-pensador poliédrico e inclasificable. De ello dan cuenta las decenas de heterónimos que, en sus diferentes obras, tratan de agotar las numerosas aristas del genio portugués, aunque este afirmase que cada uno de ellos no era más que «un hijo mental del autor, con cualidades heredadas, pero con las diferencias de ser otro». Sin embargo, hay una obra que, si bien es también atribuida a un heterónimo, nos ofrece el Pessoa más esencial y genuino; un Pessoa carente de artificios imaginativos, desprovisto del escudo del personaje literario. Atribuido a Bernardo Soares, el Libro del desasosiego permite un recorrido por el Pessoa doliente y existencialista, que, sin abandonar el tono poético, abunda en las cuestiones de mayor enjundia para la vida humana en general y para un alma sensible como la suya, en particular. Dentro de este conjunto de reflexiones cuodlibetales, cabe destacar un tema por su recurrencia: la relación del individuo con los otros, que concibe como esencialmente dolorosa. Para Pessoa, la amistad, …