Cyril Connolly

Los diablos que rondaron a Cyril Connolly

Con ocasión del cincuenta aniversario de la muerte de Cyril Connolly (1903-1974), la editorial Lumen ha reeditado Obra Selecta, el volumen que reúne en castellano casi todo lo que produjo este ensayista inglés. En la espléndida introducción de Andreu Jaume ⎯cuyo nombre no figura en esta edición, como tampoco en la primera de 2005, pero sí en cambio en la segunda de 2009⎯, leemos lo siguiente: A menudo Connolly no es más que un brillante diletante, un escritor que no sabe qué hacer con su enorme talento, aquejado de un acusado sentido del ridículo que no le deja tomarse en serio y de un culto a la pereza que no le dejó llevar a cabo un sinnúmero de proyectos largamente soñados. El retrato es justo, y es probable que Connolly lo aceptara sin reservas, pues en Enemigos de la promesa ya se define a sí mismo como una persona «perezosa, irresoluta, demasiado vana y modesta en exceso, insegura de sus juicios e incapaz de terminar lo que he comenzado». Son debilidades sobre las que vuelve …