Juventud

Insoportable juventud

De la juventud siempre anhelé y temí una misma cosa: que pasara rápido. Para aliviar mi tormento, o tal vez por escarnio, la genética me ha bendecido con la canicie cuando aún espero el advenimiento de la barba (a menos que mis canas sean psicosomáticas). Lo que convierte la juventud en un tiempo insoportable, sin embargo, es la consciencia latente de que todo cuanto se hace, se hace haciendo el ridículo. Debí ser un joven algo hiperbólico y trágico porque muchas de mis creencias, ideas y comportamientos de juventud me ruborizan ahora. Por ello, no me cuesta verme reflejado en el verso de Lamartine que Pla recoge en el El quadern gris, del cual dice mantiene una fidelidad exacta con el espíritu de la juventud: «Un seul être vous manque, et tout est dépeuplé» [«Un solo ser os falta, y todo está despoblado»]. Qué sonrojante es darse cuenta, pasados los años, de que hay muy pocas carencias que justifiquen el desánimo o la indignación absolutas que el más nimio contratiempo desata en la juventud. El …